En estos días en los que nos enfrentamos como sociedad a un desafío tan singular, necesitamos confiar y tener a Dios presente de manera especial. Aunque no seamos personal sanitario, todos podemos aportar nuestro granito de arena. Podemos hacerlo desde nuestra casa: rezando y ofreciendo pequeños gestos por personas que lo necesitan. Queremos entre todos construir un enorme Capital de Gracias con nuestra oración y ofrecimientos, para que nuestra Madre, la Santísima Virgen María, provea y, como en Caná de Galilea, pueda volver la alegría y la fiesta después de este momento de prueba (oración del Papa Francisco ante la crisis del coronavirus).

 

Tenemos oportunidad de estar más presentes en familia, de reflexionar y meditar, de acompañar a Jesús en la Cuaresma de forma más consciente, de tener conversaciones de calidad, de rezar el Rosario en familia… Queremos hacer de esta realidad algo verdaderamente extraordinario. Como nos pide nuestro Arzobispo Carlos Osoro en su carta pastoral, fortalezcamos nuestra oración en este tiempo de Cuaresma y pongámonos al servicio de toda aquella persona que pueda necesitar de nuestra ayuda (familiares, amigos, vecinos...).

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Por eso, te invitamos a que te unas a este Capital de Gracias, que no es más que entregar tus oraciones y pequeños ofrecimientos por cada persona enferma. Te proponemos el reto de llegar a tantos ofrecimientos como casos de COVID-19 confirmados en España.¡Qué bonito poder cuidar a cada uno de ellos!